Las orquídeas son plantas fáciles de cuidar y cultivar, y son el regalo perfecto para cualquier situación y persona, un regalo con el que acertarás seguro. Poseen flores atractivas y simbolizan belleza, escoge el color que mejor exprese los sentimientos que quieres transmitir a esa persona.
Sandra Floristas ha seleccionado para ti, de entre las diferentes variedades de orquídeas, una amplia gamma de orquídeas de diferentes colores. Con nuestro servicio on line de entrega a domicilio podrás regalar lo que buscas.
Además te explicamos a continuación algunas curiosidades de estas maravillosas plantas que hoy en día se han hecho hueco en toda revista de decoración y jardines, formando parte de la decoración de todos los hogares.
Las orquídeas son una familia de plantas que comprende aproximadamente 25 000 especies (algunas fuentes informan de 30 000), por lo que resulta ser una de las familias con mayor riqueza específica entre las angiospermas. A esta diversidad natural se le suman 60 000 híbridos y variedades producidas por los floricultores.
Fueron conocidas y apreciadas por los seres humanos desde la Antigüedad. Existen escritos chinos de 1500 años de antigüedad donde se hace referencia al cultivo de las orquídeas. En la antigua Grecia se le atribuían propiedades curativas y afrodisíacas. Los aztecas utilizaban una orquídea —la vainilla— para enriquecer una bebida espesa hecha a base de cacao, destinada a los nobles y a los guerreros.
Las orquídeas pueden ser reconocidas por sus flores de simetría fuertemente bilateral. Constituyen un grupo de plantas de morfología extremadamente diversa. Su tamaño varía desde unos pocos milímetros de longitud hasta gigantescas agregaciones que pueden pesar varios cientos de kilogramos según especies y géneros. Del mismo modo, varía el tamaño de sus flores.
Se encuentran en la mayor parte del mundo, excepto en las regiones de clima desértico o polar, si bien son especialmente abundantes en la zona intertropical, donde crecen la mayoría de las especies de flores más vistosas.
Las orquídeas son plantas herbáceas, perennes, terrestres o epífitas, ocasionalmente trepadoras. Con respecto a las orquídeas epífitas, se dice que pueden llegar a ser eternas. De hecho, en la naturaleza, su supervivencia está ligada a la vida del árbol que las sostiene. Se conocen plantas recolectadas a mediados del siglo XIX que todavía están creciendo y floreciendo en muchas colecciones.
Existen dos tipos básicos de crecimiento dentro de la familia: el tipo simpodial, que origina tallos múltiples, y el tipo monopodial, que origina un solo tallo. El tipo simpodial de crecimiento es el más común dentro de la familia. La mayoría de estas orquídeas presentan pseudobulbos que funcionan como reservorios de agua y nutrientes. Algunos ejemplos de orquídeas con este tipo de crecimiento son los géneros Cattleya, Dendrobium y Oncidium. Las orquídeas con crecimiento monopodial, a diferencia de las anteriores, presentan un solo tallo principal que crece desde el centro de la planta. Normalmente, el tallo va creciendo hacia arriba y se originan raíces en los nudos, las cuales crecen hacia abajo. Algunas especies de orquídeas con este tipo de crecimiento son aquellas pertenecientes a los géneros Ascocentrum, Phalaenopsis y Vanda.